Chef Marina Llamas Rodríguez

Soy Marina Llamas, chef, asesora gastronómica y creadora de experiencias únicas que trascienden la mesa. Mi trayectoria en la gastronomía no es solo una carrera, sino una expresión de mi alma y mi forma de ver el mundo. Nací en Barcelona, pero mi vida se ha forjado entre las raíces profundas de Andalucía y los sabores de los muchos rincones del mundo que he explorado durante más de dos décadas.

Desde pequeña, descubrí que la cocina es mucho más que un espacio de trabajo; es un lugar donde las historias se cuentan, las emociones se comparten y las conexiones se fortalecen. Cada ingrediente que utilizo tiene una historia, un vínculo con la tierra y con las personas que lo han cultivado. Mi misión es capturar esa magia y plasmarla en cada plato que creo, llevando lo ordinario a lo extraordinario.

He tenido el privilegio de fusionar la tradición con la innovación, conectando la esencia mediterránea y andaluza con influencias de Japón, América Latina y Francia. Mi cocina es un mapa de sabores y culturas que se unen con autenticidad y respeto por el producto. Desde los aromas familiares de un huerto hasta la sutileza de los sabores exóticos, cada menú que diseño está pensado para emocionar y despertar los sentidos.

A lo largo de mi carrera, he trabajado en múltiples formatos, desde gestionar mi restaurante en Castilla y León hasta crear caterings personalizados y ser chef privada. Cada evento que organizo lleva una parte de mí: el respeto por los ingredientes, la pasión por el detalle y el deseo de conectar con las personas. Para mí, la gastronomía no se trata solo de cocinar, sino de generar momentos inolvidables que se conviertan en recuerdos duraderos.

Actualmente, estoy inmersa en mi proyecto más personal y ambicioso: Pico Negro, un espacio gastronómico único en Málaga donde la alta cocina se encuentra con la innovación tecnológica para ofrecer experiencias multisensoriales. Este proyecto no solo representa mi visión como chef, sino mi compromiso de crear un lugar donde los sabores, las emociones y las historias se entrelacen para transformar cada plato en un viaje único.

Soy fiel a mis valores: la sostenibilidad, la autenticidad y la conexión humana. Desde la selección de los ingredientes hasta la presentación final, cada detalle importa. Creo firmemente que la gastronomía es un lenguaje universal que nos permite conectar con nuestra esencia más profunda y con la de los demás.

Mi trabajo es mi forma de compartir mi historia y de ayudar a otros a descubrir la suya. No se trata solo de comer; se trata de sentir, de conectar, de abrir puertas hacia el descubrimiento. Mi objetivo es que cada comensal, al probar uno de mis platos, se lleve no solo un bocado delicioso, sino una experiencia que le toque el alma y le inspire a ver la cocina desde un lugar nuevo.

"Cada plato es una invitación a soñar, a conectar y a compartir. Esa es mi esencia, y quiero compartirla contigo."